Ayer tus latidos se confundieron con los míos, tus manos laboriosas marcaron para mi las mejores delicias con tu aroma, tus sueños encaminaron los míos con el reflejo de tu mirada.
Hoy mi esfuerzo se adorna con tu nombre y con el sabor intenso a chocolate de tus besos.
Lograste en mi memoria ser Ninet, un dulce recuerdo.